domingo, 16 de enero de 2011

ORBITAL ATOMICO

ORBITAL ATOMICO
Las zonas, expresadas por la mecánica cuántica, de mayor probabilidad de encontrar a un electrón se denominan ORBITALES.
El Orbital queda definido como una función de onda, y el cálculo de su energía aparecen como parámetros los números cuánticos cuyos valores coinciden con los determinados en el modelo atómico de Bohr :
El estado de energía determinado por los valores del primer número cuántico se denomina CAPA o NIVEL.
El estado de energía determinado por los valores de los dos primeros números cuánticos se denomina SUBNIVEL.
El estado de energía determinado por los valores de los tres primeros números cuánticos se denomina ORBITAL.
De esta manera, los orbitales adquieren determinados nombres, que se obtienen :
- En primer lugar un número, que es el valor del nº cuántico principal (n) : designando la capa.
- A continuación una letra minúscula relacionada con el valor adquirido por el nº cuántico secundario (l) : designando el suborbital ; como sigue :
Si   l = 0,         suborbital  “s”
Si   l = 1,         suborbital  “p”
Si   l = 2,         suborbital  “d”
Si   l = 3,         suborbital  “f”
- A cada letra del suborbital se le asigna un número como superíndice que indica el nº de electrones que contiene
Teniendo en cuenta que el conjunto de los tres primeros nº cuánticos determinan perfectamente  la capa, el suborbital y la orientación de éste, el valor adquirido por el cuarto nº cuántico completa perfectamente la caracterización de cada uno de los electrones.
Para poder saber cuantos electrones “caben”  en cada suborbital, aplicamos el PRINCIPIO DE EXCLUSIÓN DE PAULI : “En un mismo átomo no puede haber dos electrones que posean los cuatro números cuánticos iguales” ; lo que equivale a decir que cada electrón de un átomo posee diferente cantidad de energía.

NIVELES DE ENERGIA.
En un átomo, los electrones están girando alrededor del núcleo formando capas. En cada una de ellas, la energía que posee el electrón es distinta. En efecto; en las capas muy próximas al núcleo, la fuerza de atracción entre éste y los electrones es muy fuerte, por lo que estarán fuertemente ligados.
Ocurre lo contrario en las capas alejadas, en las que los electrones se encuentran débilmente ligados, por lo que resultará más fácil realizar intercambios electrónicos en las últimas capas.

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